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01 de Febrero de 2013

¡Hasta siempre, Kathrin!


El 30 de enero se llevó acabo la ceremonia de cremación en Berlín, Alemania de nuestra compañera Kathrin Buhl quien falleció el 23 de diciembre pasado. La Fundación Rosa Luxemburg está de duelo por Kathrin quien era Directora regional de la oficina de Brasil y el Cono sur.

- Venimos desde tierras lejanas a despedir a Kathrin. Sentimos al hacerlo un gigante desconsuelo. Sin duda es desconcertante la noticia. Tanta complicidad asomándose a la puerta… y que de pronto la puerta se cierre resulta del todo extraño.

Nos decimos… ¿Qué fue de ella? ¿Dónde estaba? ¿Dónde está? ¿En Brasil? ¿En Alemania? ¿En algún país de América Latina?
¿Cómo creerlo? Si es injusto, si es triste… ¡y Kathrin y nosotros y nosotras, luchamos por la justicia, por la alegría!

En la última reunión la despedimos, pues dejaba el puesto como directora de la oficina, pero teníamos la certeza que no se iría lejos porque amaba el Río de la Plata.
Nos resistimos a entender, y comenzamos a compartir notas que nos acercan a su presencia, repartida entre varios colectivos, grupos, movimientos, personas que trabajamos con la compa, con la amiga. Notas que afirman invariablemente, y en distintas lenguas, que Kathrin sigue participando de nuestras luchas y de nuestras vidas. Notas para desterrar el vértigo, el abismo, que la despedida no creída nos provoca.

Hoy queremos hacerla presente en este territorio sin fronteras de nuestra memoria colectiva… Queremos escribir nuestra palabra para compartirla con sus hijas Kati y Lisa, para que algún día las pueda leer su nieta Sarita, para que sus compañeros y compañeras, amigas y amigos de otros horizontes sepan lo que sentimos quienes hemos trabajado en estos últimos años junto a ella, en un continente lejano del lugar donde nació. Un continente al que ella entendió, amó, y con el que se comprometió en sus luchas libertarias.

Lo que acá compartimos es parte de nuestra correspondencia, salida desde las entrañas nuestras en estos días tristes, escritas en el puente que Kathrin fue ayudando a crear entre nuestras luchas, en las muchas invitaciones que nos hizo a pensarnos solidariamente.

Con Kathrin compartimos la pasión de mirar a nuestros sueños desde una perspectiva internacionalista, de discutirnos sin fronteras. Su manera de contribuir a nuestros proyectos fue el desafío que nos hizo a superar los intereses de cada proyecto particular para poder mirarnos en el espejo de todas nuestras rebeldías.

Kathrin siempre fue un ser un poco de otro mundo. No sólo porque venía de un mundo ya desaparecido, como es la “Alemania socialista” … sino porque atravesó su propia vida con un gesto descuidado de “yo no fui”, que la hacía quedar como ingenua a veces, aún sin serlo.

Kathrin era y es de esa gente que de tanto procurar no figurar, respetar y pasar inadvertida, terminan haciéndose memoria en quienes quieren ser mejores personas cada día.

Kathrin siempre preocupada por los hombres y las mujeres que padecen, por los pueblos explotados y saqueados, por producir cambios revolucionarios, por comprender la realidad particular de Nuestra América.

Kathrin era aquella persona muy seria, “serísima”… comprometida con la lucha de clases, atenta a todo lo que podría contribuir a los procesos revolucionarios, atenta también a las personas, y siempre llena de gentileza y de delicadeza… Por eso cercana, por eso amiga.

Su lucha y práctica militante queda diseminada y trasciende en nosotros y nuestros colectivos. Fundamentalmente su permanente vinculación con los movimientos sociales, subalternos, y la apuesta por generar espacios de formación político pedagógica que aportaran a la construcción de sujetos emancipados. Por ello su cercanía con Latinoamerica, con la educación popular, con la construcción del socialismo, con el feminismo y las nuevas prácticas políticas que contribuyeran a la transformación social y humana.

Ese aire de Janis Joplin… esa mezcla de hippie con funcionaria de una fundación que se llama Rosa Luxemburgo, con esa manera uruguaya de pensar el continente desde el lugar de los más pequeños y de las más pequeñas –aunque viviera en Brasil- … feminista y socialista sin fanatismos… la compa era así, de meter los dedos en las llagas por pura convicción de que había que molestar a la rutina, incluso a la de las izquierdas.

Nunca nos sentimos con Kathrin negociando un presupuesto, o rindiendo cuentas ante una funcionaria. Kathrin fue una compañera y una cómplice de nuestras luchas. Caminamos nuestros países con ella. Le contamos de nuestras esperanzas. Habitó nuestros esfuerzos por cambiar el mundo.

Muy conciente de los límites de intervención cuando se trata de opinar, muy abierta a escuchar, incluso nuestras duras posiciones contra el colonialismo eurocéntrico. No se trataba de una funcionaria de una organización de cooperación, sino de una militante por la emancipación social; comprensiva, firme en los principios y cariñosa, amigable, luchadora. Siempre cariñosa y solidaria en nuestras conversaciones sobre política, teoría y práctica militante, para enfrentar la coyuntura difícil y apoyar la unidad y la lucha de los movimientos sociales en el Brasil y América Latina. Nos deja la constancia de su caminar tan cerca de nuestras luchas por esa profunda Libertad que dibujaba con nosotros para el Paraguay. Siempre habitará la memoria de nuestros sueños de emancipación.

Valoramos su compromiso permanente con nuestras luchas, su coherencia en el respeto a la diversidad de miradas y de posiciones, su disposición al intercambio de experiencias y concepciones, su manera de activar en la cooperación internacional con gran capacidad de escucha e involucrándose activamente en los procesos, su manera revolucionaria de dudar de las certezas dogmáticas. Valoramos especialmente la radicalidad en la crítica del capitalismo, del patriarcado, y el desprecio a la burocracia y a las jerarquías impuestas en los modelos socialistas, la búsqueda de humanización de la experiencia social, y de un diálogo solidario con la naturaleza de la que somos parte.

Le gustaba mucho jugar. Le gustaban los libros casi infantiles. Le gustaba la música del continente. Daniel Viglietti. Silvio Rodriguez. Alejandro Filio. Victor Jara. Mercedes Sosa. Le gustaba el mate, la yerba paraguaya, el tereré, el vino de cualquier lugar. Le gustaba recorrer las librerías de Buenos Aires. Le gustaba el calor del Paraguay. Le gustaba mirar al mundo desde el Uruguay, con Galeano bajo el brazo. Le gustaba la locura colectiva que habita la Escuela Nacional Florestan Fernandes del Movimiento Sin Tierra de Brasil, donde impulsó la realización de muchos encuentros para que otras y otros conociéramos ese rinconcito de poder popular.

Vimos a Kathrin en su reciente visita a Chile. Se sentía un poco mal, pero el sentido del humor y del amor seguían perfecto. Tradujo con simpleza y paciencia, rigurosamente pero sin perder la liviandad.

Antes de que nos reuniéramos pasó una señora por la oficina vendiendo plantas. Compramos dos, de esas inversiones que sólo se hacen para embellecer la casa cuando se espera a gente querida... ahora tenemos una nueva y poderosa razón para cuidar de ellas, para hacerlas vida y belleza sencilla en nuestro espacio de construcción de dignidad.
Preparaba su asalto a Buenos Aires, buscando nuevos espacios para continuar una misma lucha.

Unas semanas antes de su partida Kathrin estuvo con nosotros en un interesante evento. Ahí nos hizo un llamado. Cuando concluyó su participación nos dijo: "casi me atrevería a proponerles que, en lugar de formular preguntas, aprovechen el trabajo de grupos para contar sus cuentos, que pueden ser de amor, de suspenso, o de terror… En fin, cabe a nosotras y nosotros ponerle un final feliz a este cuento…".

Así es era siempre ella, luchadora por un final feliz para todos, y desde aquí hoy le decimos que pese a los obstáculos, las frustraciones, los desencuentros, nuestro compromiso con la vida, con la gente y con ella es seguir intentando buscar un mundo mejor que al final globalice la felicidad.
Queridos amigos y amigas, las personas como Kathrin no mueren. Apenas se mudan para otro lugar y tiempo, donde nos esperan para ser felices, y juntos, juntas, construir al fin el mundo que soñamos. La prueba de que este mundo es posible, es la existencia de personas como Kathrin.

Kathrin, con que corazón escribimos o decimos que ya nos haces falta, cuando aún no te has marchado de nosotros, de nuestros recuerdos y abrazos fraternales y cariñosos sin final, esos que siempre extrañaremos.

La muerte te ha robado muy pronto, demasiado pronto, como a tan valiosos compañeros y valiosas compañeras. Como a Roque Dalton, Ernesto Guevara, Soledad Barrett, entre muchos y muchas más....

Te vamos a extrañar, mucho, porque supiste ganarte un lugar en nuestras vidas, en nuestras luchas, en nuestro esfuerzo colectivo... Sentiremos tu ausencia porque tu sencillez, tu compromiso y tu extrema humildad son cosa rara en los tiempos que vivimos...

Tu paso ha dejado huellas, en Nuestra América y en nuestras vidas.

Enfrentaremos el dolor pensándote, sintiéndote... Nos quedamos muy tristes, pero felices de haber tenido la suerte de conocerte, de compartir y aprender contigo...

Persigues la primavera y las flores de jacarandá gritando en nuestras plazas. Interminables conversaciones de las niñas, de los niños, de los cuentos infantiles guardados para siempre, de mirar la ciudad montada en bicicleta. De estudiar y leer, de traducir mil palabras, de acercarnos a mirar el futuro.

Sentimos una pérdida sin límites, como se extraña a una amiga, a una de nuestras más queridas compañeras, aquellas que dejaron un espacio gigante vacío al abandonar esta vida.
Un abrazo compañero en la despedida, y nos encontraremos en la búsqueda y en la creación de una pedagogía libertaria, feminista, socialista, que haga de la belleza y de la felicidad objetivos a vivir cotidianamente.

Gracias Kathrin. El corazón está triste y la cabeza no va a lograr consolarlo por un tiempo, pero sabemos que en cada nuevo Totoral que triunfe, en cada nueva flor que despierte en el desierto rebelde podremos encontrarte y saborear gozosamente la existencia.

Hasta siempre querida compañera....siempre.

Alicia Muñiz – Chile; Antonio Elías – Uruguay; Beatriz Rajland – Argentina; Berta Cáceres – Honduras; Carlos Torres – Chile; Claudio Rodríguez – Chile; Claudia Korol – Argentina; Claudia Pascual – Chile; Cléber Folgado – Brasil; Cristina Castro – Colombia; Eléuteria Amora Da Silva – Brasil; Florencia Aróstica – Chile; Francisca Rodríguez – Chile; Guillermo Ortega – Paraguay; Isabel Loureiro – Brasil; Javier Rodríguez Pardo – Argentina; Jorge Grespan – Brasil; Julianna Malerba – Brasil; Julie Pfeiffer – Brasil; Julio C. Gambina – Argentina; Katia Molina Ponce – Chile; Lucio Cuenca – Chile; Luis Rojas Villagra – Paraguay; Manoel Givanildo – Brasil; María Elisa Cevasco – Brasil; María Luisa Mendonca – Brasil; Marielle Palau – Paraguay; Maristella Svampa – Argentina, Melissa Cardoza – Honduras; Moema Miranda – Brasil; Patricia Agosto – Argentina; Patricia Zapata – México; Paulo Arantes – Brasil; Rosana Abella – Uruguay; Rosilenne Wansetto – Brasil; Roxana Longo – Argentina; Sandra Quintela – Brasil; Virginia Fontes – Brasil;Alexandra Martínez – Venezuela; Sandra Rátiva – Colombia; Dunia Mokrani – Bolivia;
Jenny Robayo – Ecuador; Carolina Salazar – Ecuador; Rosa Cevallos – Ecuador; Sandra Nazareno – Ecuador; Alejandra Santillana – Ecuador; Claudia López -Bolivia; Miriam Lang - Alemania.

Equipo de Educación Popular Pañuelos en Rebeldía – Argentina; Frente Popular Darío Santillán – Argentina; IBASE Brasil; OLCA – Chile; SERPAJ Paraguay; ANAMURI – Chile; Casa Bertolt Brecht – Uruguay; MPA Brasil; COPINH Honduras; Base Is – Paraguay; Conamuri – Paraguay; Red Jubileo Sul – Brasil; FASE – Brasil; PACS Brasil; Equipo de la Oficina Regional RLS México


Fuente:
http://www.rosalux.org.ec/es/mediateca/documentos/399-kathrin.html

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